GALLEY BEGGAR: SILENCE & TEARS

Me gustaría hablaros de Folk Rock británico, de sus entresijos y contároslo todo; pero va ser que no...
...y no porque no quiera, es más bien por una razón de mucho más peso: NO TENGO NI PUTA IDEA! En serio, mejor lo dejo aquí, me ahorro un ridículo y de los gordos.

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NOVEDADES 2015
Pero no hablar de ese estilo no significa que no pueda hablar de un disco que practica un Rock que tildan como tal. Las etiquetas que tanto nos gustan son algunas veces una trampa de cepos en la que caemos, lo hacemos por qué nos interesa y nos beneficia en un porcentaje elevado de las veces que las usamos.

A mi es que este disco ("Silence & Tears") de los británicos Galley Beggar me suena a la música que los Jethro Tull de Ian Anderson facturaban a mediados de la década de los setenta. Si, este sexteto de "Kent" formado por cuatro chicos y dos chicas, me recuerdan un huevo y parte del otro a discos irrepetibles ("Minstrel In The Gallery") discos inconmensurables ("Song From The Wood") o simplemente mortales ("Heavy Horses").

Canciones que parecen cocinadas para degustarlas en las largas noches del invierno Europeo o en las postrimerías de la época navideña o incluso en la noche más corta del año, la noche de San Juan antes de que las últimas briznas de ceniza se apaguen.

Esos parecen los momentos ideales para que historias sobre druidas, seres mitológicos del folclore nor europeo con sus brujas, enanos, duendes y demás seres de leyenda salgan al paso como lo hicieron hace cuarenta años con los Jethro Tull o los Fairport Convetion.


Galley Beggar se lucen en estas lides y las ocho canciones que compone esta tercera obra, aumentada a diez en la versión japonesa ("Nottamun Town" y "Willow Tree") son de una calidad que raya con lo sobresaliente.

La música sosegada y envolvente de guitarras acústicas, mandolinas y eléctricas tan luminosas como luna llena de Invierno cautivan aún más cuando la dulce e hipnótica voz de María O´Donnell hace acto de presencia. 

Hay momentos juglarescos como los de "Silence & Tears" cuya letra es del poeta Lord Byron o el de la tradicional y navideña "Jack Orion". Otros como los de "Pay My Body Home" recrean algunos postulados que los Led Zeppelin ya tocaron en "Led Zeppelin III".

Otras veces hacen acto de presencia como en los cuentos de fantasmas que Benson o Dickens publicaban a finales del diecinueve la Psicodélia y el Rock ácido con un rezume total a lo que se veneraba en la Costa Oeste americana a finales de la década de los sesenta, instantes determinados de este álbum de Galley Beggar que me recuerdan a Jefferson Airplane...

En definitiva, tenemos un disco hermoso, lleno de buena música que el tío de los Cathedral Lee Dorrian no ha pasado por alto y se lo ha llevado a su sello "Rise Above". Por algo será...

General Custer "Rides Again"!


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