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NOVEDADES |
Si es verdad que estos
tíos se separan, después de aflorar esos “mega-egos” que parece
que circulan por allí, yo, me llevaré un gran disgusto.
En el caos en el
que parece que está sumido el rock durante no sé cuantas décadas,
que un grupo como BCC, se dedique a reinstaurar la ortodoxia, es una
bendición de Dios… o de los Santos Zeppelín y Purple. El espíritu
“Kashmir” se deja notar en varios de los temas. Y otros podrían
tener la voz de Gillan o Coverdale perfectamente.
Había oído rumores
sobre este tercer trabajo. No muy prometedores… no olvidemos que
esta gente está sacando trabajos a una cadencia de disco por año.
Teniendo en cuenta el concepto “dinosaurio” que defienden, eso es
más que peligroso.
Pero coño…. prueba
superada en todos los casos. Incluído éste.
“Afterglow” tiene sus
pros y sus contras, como todo disco clásico que se precie. Los pros:
por fín Bonham y Sherinian tienen protagonismo. El primero, dando
una exhibición de pegada y técnica. No esperábamos (o sí… hemos
esperado mucho tiempo) menos del hijo de Bonzo. Y Sherinian…
señores, ese Hammond hace sonreír a Jon Lord ahí arriba. Sobre
todo, en monumentos como “The Circle”.
Los contras: Hughes
debe cortarse un poco… solo un poquito. Algunos temas pecan de
cierto histrionismo… esos agudos. Glenn, ya no te hacen falta. No
tienes que demostrar nada. A no ser que quieras quedarte en alguna
canción en fuera de juego, como te quedas, de hecho. Y Bonamassa…
¿desaparecido en combate? ¿Qué pasa… por qué no un tema (o dos,
o tres) cantado por él? Solos de guitarra escasos, para mi punto de
vista. Y comedidos.
Puntos fuertes: “Big
Train” promete diversión, al principio. “Confessor”, es un
pepino, el perfecto single: fuerza, melodía, y quizás el mejor solo
del disco. “Cry Freedom”, la mayor concesión al sonido Bonamassa
del disco (hasta se le oye !!!). “The Circle”: majestuosa, un
medio tiempo que se convierte poco a poco en una demostración de
fuerza 70’s. Y el órgano de Sherinian (el Hammond, malpensados
!!!!) surgiendo de la bruma. Y “Common Man”: atentos a la “jam
band” en la que se convierte el grupo al final del tema. Warren
Haynes y sus chicos seguro que la tienen como favorita del disco.
Mención para Shirley: ha
reforzado las rítmicas con el Hammond de Sherinian, lo que da
bastante fuerza a los temas, y presencia al teclista.
Espero, por el bien de la
música rock actual y, egoístamente, por mi bolsillo (pocas
inversiones tan rentables como los discos de estos tíos), que las
diferencias habidas se arreglen, y nos vuelvan a obsequiar, año tras
año, con trabajos como éste.
Si no eres un genuino
polvoriento, para tu desgracia, aléjate de este artefacto.
"Ritchie" Moreno
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