Apunten este nombre con letras doradas para que se vean hasta en la oscuridad: BRYAN ESTEPA. Este músico filipino afincado en Australia no es un neófito aunque si un artista semi desconocido dentro de nuestra frontera. 'Sometimes I Just Don't Know' es su quinta carta sobre el tapete, y como suele ser habitual en él es un nuevo AS. Junto a cuatro estupendos acompañantes vuelve a dar la nota (sobresaliente) dentro del estilo en el que es un maestro, el Power Pop. Sus canciones atesoran las mejores melodías Pop rockeras de este año con permiso de Donnie Vie.
Guitarras cristalinas y rockeras cuando la ocasión lo requiere, voces cuidadas hasta el milímetro, estribillos fetén...reminiscencias de sus compatriotas Paul Kelly & The Messengers, los IceCream Hands , Mad Turks From Instanbul o los Hoodoo Gurus, pero también del Wilco apasionante de sus dos primeros discos. Maravilloso disco pues, que ya estáis tardando en descubrir.
Otro master de la melodía. Seamos justos, que este señor no pueda vivir como una puta celebrity se debe a su mala cabeza, aunque quizá no todo sea culpa suya, la mala suerte también cuenta. Ni con los añorados Enuff Z Nuff, ni en solitario el bueno de Donnie ha logrado romper como se merece; pues no será por la cantidad de temazos que ha parido con y sin dolor. Su flamante 'Beautiful Things' vuelve a merecerse un sitio en lo alto de un podio radiofónico ciencia ficción para nosotros y desgraciadamente para él. Que 'Plane Jane', 'I Could Save The World' o la sobrecogedora 'Fly' no logren su billete al culmen del Parnaso del Pop seguirá siendo un misterio.
Alucinante es la segunda grabación de este trío tejano que te transportará con sus canciones al periodo 68-71 del Rock americano. Aquellas canciones de desarrollos largos o no tanto dependiendo de la tripada de turno, creadas por por unos Kak, Wizard, Mountain o James Gang por ejemplo, las recrean estos chavales que muestran una pericia total a la hora de implosionar sus aptitudes de Power Trío. Pasajes oníricos se pasean junto a otros mucho más virulentos en salvas proto Heavy Psych rockeras que responden a títulos tales como los de 'To Be Whole' o 'Free Rain', vía libre pues para un viaje lisérgico a mundos pasados dándole al play, bajando la aguja o introduciendo el lápiz si eres un pelín sinvergüenza.
'Ave César, el que nunca te falla y sus acompañantes te saludan', o como el de Finlandia sigue rockeando como una bestia encima de las tablas y sacando buenos discos regularmente. Sus nuevas doce canciones volverán a quebrarte las cervicales, eso bien lo sabe Dios. 'Junk Planet' reivindicando fuertemente el legado de su hermano en el infierno Stiv Bators es imparable, un tren súper sónico ardiendo cada vez que suena...y hablando de trenes, la brutal 'Last Train To Tokyo', todo lo que los géneros Punk o Power Pop tienen que decirnos están escriturados en sus dos minutos y cincuenta y siete segundos. 'One Man Gang' es una declaración de lo que Michael es para el Rock desde hace casi cuarenta años, auténtico y bueno.
Los veteranos siguen mandando. The Rubinoos, con más de cuarenta años a sus espaldas. El cuarteto de Berkeley California, ha sido capaz de sacar uno de sus mejores trabajos, y eso que la empresa no era nada fácil ya que sus nueve anteriores discos son de una notable calidad. En esta nueva entrega vuelven a reinar y sin despeinarse resuenan esas melodías que evocan a la costa oeste de la que proceden, regadas con excelentes guitarras y excelsas armonías vocales creando una colección de canciones memorables casi siempre. 'January', la tremenda 'Phaedra' o la rockanrolera 'Rocking In Spain' son algunas de las destacadas dentro de este imparable disco.
Oiga, buenas ¿Me puede recomendar un disco de Rock Sureño y Blues Rock? Si claro, tome nota: 'Lisa Lystam Family Band III'. Pues eso mismo, el tercer trabajo de una formación sueca que debutó hace cinco años y que con el original título con el que Led Zeppelin bautizaron su tercera obra han vuelto con más fuerza que nunca. Los ingredientes que potencian el sabor de los que ya hemos probado a los 'sureños nórdicos' en sus discos, hacen que degustemos las diez nuevas canciones con más avidez, pero ojo, con calma, en esa cuarta y quinta escucha es cuando de verdad nuestras papilas gustativas rockeras comienzan a paladear los sonidos que estos magos de la tundra y su maravillosa vocalista nos han vuelto a dejar.
Todas las reseñas empiezan con aquello de 'primer disco en estudio en 25 años', y sí, así es, un cuarto de siglo desde 'Todo Lo Que Vendrá' y todas aquellas maravillosas canciones con las que íbamos madurando en nuestra vida. Ahora, y después de miles de avatares personales, todos los que fuimos creciendo con sus discos nos enfrentamos a 'La Otra Vida', las diez nuevas razones para volver a engancharse a los textos del filosofo genio José Ignacio Lapido tocadas por su banda de toda la vida y contadas por un Jose Antonio García en su estado vocal más gracioso, algo difícil de decir del tío que ha cantado 'La Canción Del Espantapájaros' . Las canciones como siempre van del Rock áspero en lo musical y en lo vocal, al Pop español de guitarras ceñudas, bajo el manto de unas letras críticas y cotidianas. Sensacional es un buen adjetivo y otros 25 años sin los Cero misión imposible.
Siempre serán bienvenidas bandas como esta, rock and roll recio y de guitarras directas que arrollan como un rodillo canción a canción cimentadas en riffs que se arrodillan ante los Stooges, Mc5, Radio Birdman, New Christs, ACDC o cualquier otra bestia parda de High Energy Rock del mundo mundial. Dicen los que les han visto en vivo que suenan como el avance de la división Panzer alemana sobre territorio enemigo. Exageración o verdad, sus nuevas canciones vuelven a dejarnos sin aliento en poco más de treinta minutos de inflamación sónica, algo que repiten por quinta vez, porque cinco discos llevan, una banda que ojalá alcance la longevidad de animales furiosos marsupiales como los Hard-Ons que ahí siguen como si nada 35 años después. Los fans de Celibate Rifles entre otros tienen relevo asegurado en estos cinco muchachos de Perth.
The McDonald Bros y sus dos últimos acompañantes, el guitarrista Jason Sahapiro (al que ya vimos en directo con la banda en el 2015) y el batería Dale Crover, se enorgullecen de presentar 'Beyond The Door', siete años después del fenomenal 'Researching The Blues'. Como suele ser habitual en ellos, presentan un nuevo y variado festival de melodías multicolor dentro de los parámetros en los que se mueven desde que Jeff McDonald anda con el ajuste fino en su garganta, primando los sonidos más duros y directos en lugar de las protónicas e irresistibles tonadas post Beatles con las que solían obsequiar. De todas formas 'no problem', todas las nuevas tonadas están a la altura de lo esperado, Rock bizarro como en 'Fantástico Roberto', Rock ultra melódico a la Cheap Trick en el primer tema que conocimos del disco antes del Verano ('Beyond The Door') o el himno con el que nos obsequian en cada disco, esta vez se titula 'Ice Cream (Strange & Pleasing)'. No es su mejor trabajo, pero como diría Montgomery Burns: Excelente!
Y como el Rock & Roll debe ser diversión y no otra cosa, cerramos lista con un trabajo que despilfarra juerga y buen rollo a lo largo y ancho de su vinilo. El cuarto disco de los neoyorkinos ('Cause a Scene') nos ha caído del cielo tan solo dos años después de 'Turn It Up' cumpliendo las expectativas una vez más. Punk Rock, Power Pop, Garaje y Glitter Rock se saludan y bailan al unisono en el tocadiscos, nosotros haremos lo mismo desde el comienzo con el estupendo cover de los australiano The Angels, ese impagable 'Am I Ever Gonna See You Face Again' hasta que la aguja se detenga porque ya no tenga espacio por el que seguir deslizándose. Los amantes del espíritu de las primeras Donnas y de Nikki & The Corvettes estamos de suerte.
Guitarras cristalinas y rockeras cuando la ocasión lo requiere, voces cuidadas hasta el milímetro, estribillos fetén...reminiscencias de sus compatriotas Paul Kelly & The Messengers, los IceCream Hands , Mad Turks From Instanbul o los Hoodoo Gurus, pero también del Wilco apasionante de sus dos primeros discos. Maravilloso disco pues, que ya estáis tardando en descubrir.
Otro master de la melodía. Seamos justos, que este señor no pueda vivir como una puta celebrity se debe a su mala cabeza, aunque quizá no todo sea culpa suya, la mala suerte también cuenta. Ni con los añorados Enuff Z Nuff, ni en solitario el bueno de Donnie ha logrado romper como se merece; pues no será por la cantidad de temazos que ha parido con y sin dolor. Su flamante 'Beautiful Things' vuelve a merecerse un sitio en lo alto de un podio radiofónico ciencia ficción para nosotros y desgraciadamente para él. Que 'Plane Jane', 'I Could Save The World' o la sobrecogedora 'Fly' no logren su billete al culmen del Parnaso del Pop seguirá siendo un misterio.
'Ave César, el que nunca te falla y sus acompañantes te saludan', o como el de Finlandia sigue rockeando como una bestia encima de las tablas y sacando buenos discos regularmente. Sus nuevas doce canciones volverán a quebrarte las cervicales, eso bien lo sabe Dios. 'Junk Planet' reivindicando fuertemente el legado de su hermano en el infierno Stiv Bators es imparable, un tren súper sónico ardiendo cada vez que suena...y hablando de trenes, la brutal 'Last Train To Tokyo', todo lo que los géneros Punk o Power Pop tienen que decirnos están escriturados en sus dos minutos y cincuenta y siete segundos. 'One Man Gang' es una declaración de lo que Michael es para el Rock desde hace casi cuarenta años, auténtico y bueno.
Los veteranos siguen mandando. The Rubinoos, con más de cuarenta años a sus espaldas. El cuarteto de Berkeley California, ha sido capaz de sacar uno de sus mejores trabajos, y eso que la empresa no era nada fácil ya que sus nueve anteriores discos son de una notable calidad. En esta nueva entrega vuelven a reinar y sin despeinarse resuenan esas melodías que evocan a la costa oeste de la que proceden, regadas con excelentes guitarras y excelsas armonías vocales creando una colección de canciones memorables casi siempre. 'January', la tremenda 'Phaedra' o la rockanrolera 'Rocking In Spain' son algunas de las destacadas dentro de este imparable disco.
Oiga, buenas ¿Me puede recomendar un disco de Rock Sureño y Blues Rock? Si claro, tome nota: 'Lisa Lystam Family Band III'. Pues eso mismo, el tercer trabajo de una formación sueca que debutó hace cinco años y que con el original título con el que Led Zeppelin bautizaron su tercera obra han vuelto con más fuerza que nunca. Los ingredientes que potencian el sabor de los que ya hemos probado a los 'sureños nórdicos' en sus discos, hacen que degustemos las diez nuevas canciones con más avidez, pero ojo, con calma, en esa cuarta y quinta escucha es cuando de verdad nuestras papilas gustativas rockeras comienzan a paladear los sonidos que estos magos de la tundra y su maravillosa vocalista nos han vuelto a dejar.
Todas las reseñas empiezan con aquello de 'primer disco en estudio en 25 años', y sí, así es, un cuarto de siglo desde 'Todo Lo Que Vendrá' y todas aquellas maravillosas canciones con las que íbamos madurando en nuestra vida. Ahora, y después de miles de avatares personales, todos los que fuimos creciendo con sus discos nos enfrentamos a 'La Otra Vida', las diez nuevas razones para volver a engancharse a los textos del filosofo genio José Ignacio Lapido tocadas por su banda de toda la vida y contadas por un Jose Antonio García en su estado vocal más gracioso, algo difícil de decir del tío que ha cantado 'La Canción Del Espantapájaros' . Las canciones como siempre van del Rock áspero en lo musical y en lo vocal, al Pop español de guitarras ceñudas, bajo el manto de unas letras críticas y cotidianas. Sensacional es un buen adjetivo y otros 25 años sin los Cero misión imposible.
Siempre serán bienvenidas bandas como esta, rock and roll recio y de guitarras directas que arrollan como un rodillo canción a canción cimentadas en riffs que se arrodillan ante los Stooges, Mc5, Radio Birdman, New Christs, ACDC o cualquier otra bestia parda de High Energy Rock del mundo mundial. Dicen los que les han visto en vivo que suenan como el avance de la división Panzer alemana sobre territorio enemigo. Exageración o verdad, sus nuevas canciones vuelven a dejarnos sin aliento en poco más de treinta minutos de inflamación sónica, algo que repiten por quinta vez, porque cinco discos llevan, una banda que ojalá alcance la longevidad de animales furiosos marsupiales como los Hard-Ons que ahí siguen como si nada 35 años después. Los fans de Celibate Rifles entre otros tienen relevo asegurado en estos cinco muchachos de Perth.
The McDonald Bros y sus dos últimos acompañantes, el guitarrista Jason Sahapiro (al que ya vimos en directo con la banda en el 2015) y el batería Dale Crover, se enorgullecen de presentar 'Beyond The Door', siete años después del fenomenal 'Researching The Blues'. Como suele ser habitual en ellos, presentan un nuevo y variado festival de melodías multicolor dentro de los parámetros en los que se mueven desde que Jeff McDonald anda con el ajuste fino en su garganta, primando los sonidos más duros y directos en lugar de las protónicas e irresistibles tonadas post Beatles con las que solían obsequiar. De todas formas 'no problem', todas las nuevas tonadas están a la altura de lo esperado, Rock bizarro como en 'Fantástico Roberto', Rock ultra melódico a la Cheap Trick en el primer tema que conocimos del disco antes del Verano ('Beyond The Door') o el himno con el que nos obsequian en cada disco, esta vez se titula 'Ice Cream (Strange & Pleasing)'. No es su mejor trabajo, pero como diría Montgomery Burns: Excelente!
Y como el Rock & Roll debe ser diversión y no otra cosa, cerramos lista con un trabajo que despilfarra juerga y buen rollo a lo largo y ancho de su vinilo. El cuarto disco de los neoyorkinos ('Cause a Scene') nos ha caído del cielo tan solo dos años después de 'Turn It Up' cumpliendo las expectativas una vez más. Punk Rock, Power Pop, Garaje y Glitter Rock se saludan y bailan al unisono en el tocadiscos, nosotros haremos lo mismo desde el comienzo con el estupendo cover de los australiano The Angels, ese impagable 'Am I Ever Gonna See You Face Again' hasta que la aguja se detenga porque ya no tenga espacio por el que seguir deslizándose. Los amantes del espíritu de las primeras Donnas y de Nikki & The Corvettes estamos de suerte.
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