Una de las primeras alegrías de este nuevo año me la acaba de dar el veterano Ron Keel. En esta ocasión el músico americano prescinde de buena parte de su banda y del sonido de la misma para volver a adentrarse en un estilo en el cual se mueve con soltura: El Rock sureño.
No es la primera vez que se decanta por este estilo, a mediados de la década pasada ya nos enseñó sus cartas de buen "Tahúr" con los "Iron Horse", con los que publicó un par de tozudos álbumes de Hard Heavy sureño.
Después volvió con KEEL y el excelente "Streets of Rock & Roll", publicado hace más de tres años, los que ya son unos cuantos sin nuevo material del rockero afincado en Nevada.
Y hay que decir que Mr Ron Keel se lo curra de narices con sus once nuevas canciones (catorce en la versión larga) en las que encontrarás buen Hard Rock sureño metalizado para la ocasión, por lo que el título de "Metal Cowboy" viene ni que pintado.
El disco no tiene desperdicio alguno desde el segundo "number one", y Ron Keel pone su potente voz al servicio de unas canciones que se van convirtiendo en himnos con cada nueva escucha.
"Long Gone Bad" y "My Bad" por poner rápidamente dos ejemplos, recurren al Rock sureño de los últimos Skynyrd ¡Vaya dos temazos! ¿Y que decir de "What Would Skynyrd Do? Si "Metal Cowboy" es un magnífico disco es gracias a tributos tan sinceros, respetuosos y tan bien interpretados como en este caso.
Otra canción fabulosa es "Wild Forever", un AOR sureño que me recuerda a los momentos de oro que tenían los 38 Special en los lejanos ochenta.
Luego las "Countrys" "Just Like Tennessee" y "Singers, Hookers &Thieves" (cantada ésta junto a Paul Shortino) desprenden elegancia y sonido añejo, listas para ser catadas con un buen chupinazo de "Jim Bean" entre guitarras Slide y letras que parecen sacadas del último testamento de Charlie Daniels y su banda.
Hay otros temas que como "The Last Ride" o "Evil Wicked Mean & Nasty" Ron Keel recupera la vena macarra de su banda sin el Ron delante (Keel), pero es "The Cowboy Road" la canción super cinco estrellas de este disco, un temazo que solo un tío con el culo pelado como Ron Keel es capaz de sacarse de la manga, y que con la ayuda del Tesla Frank Hannon a las seis cuerdas todavía suena mucho mejor. Notable alto.
Caído en Little Big Horn
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