1995 |
Para que Wilco fuesen realidad, primero debía de llevarse a cabo la defenestración de Uncle Tupelo. Ocurrió en el mismo instante en el que Tweedy y Jay Farrar, la otra mitad fuerte de la banda llegaron a las manos. Fue el momento en el que Tweedy y el resto de los músicos saltaron y dejaron que el avión se estrellase, pero Farrar también había dado el salto para formar Son Volt; nadie quería seguir ardiendo cobijado bajo el nombre de una de las referencias clásicas del Country Alternativo.
'A.M.' es un disco semi olvidado, pero el cancionero del disco es fuerte y resiste al paso del tiempo. 'Casino Queen' se pone del lado stoniano y bronco del disco. Los violines le hacen la corte a las guitarras que Brian Henneman (poco después mentor de los Bottle Rockets) entalla con clase. El estribillo es alegre y cervecero. Quizás necesitábamos más como este.
WILCO EN EL COMIENZO |
'Shouldn't Be Ashamed' reúne en una mesa con una botella de Whiskey en el medio y un par de vasos a Paul Westerberg y a Petty, mientras que 'Pick Up The Change' es el primer invitado del Roots Rock en abrir la puerta para que entre la melancólica 'I Thought I Held You' con sus acústicas, mandolinas y Pedal Steel detrás.
Sonidos que recuerdan el paisaje agreste americano recorrido en una vieja locomotora con parada en Nashville en la certera 'That's Not The Issue' y a lo que imaginaba Gram Parsons bajo sus gafas de sol en la sobrecogedora 'It's Just That Simple', balada con un esquema que utilizarían Whiskeytown poco después en su fundamental debut.
El lado Pop del Country alumbra como el oro en el fondo de una mina con 'Should've Been In Love' y las raíces afloran nuevamente con la hermosa 'Passenger Side', justo antes de que entre en acción la delicada 'Dash 7' con su bucólico sonido acústico, rematando este excelente 'AM' con la orfebrería fina de 'Blue Eyed Soul' y el Rock descarnado de 'Too Far Apart'.
Toño Caído
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