¿Se imaginan un mundo sin la música de los Fleshtones? Simplemente no podría soportar estar en un universo que no ha bailado al son de "The Girl From Baltimore" ¿Qué sería de nosotros sin estos chicos ya maduros del "Queens"?
Afortunadamente todas estas preguntas ya empezaron a tener respuesta cuando barrieron el "CBGB" va para cincuenta años, en la época en la que hacían temblar las paredes de su local de ensayo junto a unos tales The Cramps unos años antes de publicar "American Beat".
Desde los años 80 en los que Peter Zaremba y los que a bien tuviesen seguirle el juego encima del escenario dando cera a las canciones de "Heaxbreaker" o "Roman Gods" pasaron lustros y arrugas para ellos y para nosotros, pero The Fleshtones apenas se cansaron de sacar buenos discos y nosotros de comprarlos en sus conciertos, así hasta llegar a "It's Getting Late (And More Songs About Werewolves)", secuela "canis lupus" del entretenido "Face of the Screaming Werewolf", sacado por Yep Records en la explosión de la COVID 19 y que vuelve a repetir cuatro años más tarde.
Por supuesto que nadie espere algo diferente al manido "Super Rock" que llevan practicando desde que sus miembros se conocieron y del que nos hicieron prisioneros con sus grabaciones y esclavos en sus conciertos. Más que obvio que ocurrirá lo mismo cuando den rienda suelta y pasión a las irresistibles tonadas garageras que pululan por los surcos del nuevo disco que responden a títulos rebuscados como los de "Come On Everybody Getting High with you Baby Tonight" o más al grano ("The Consequences").
Largos o cortos los títulos de las canciones el fin sigue siendo el mismo, despertar el animal fiestero que llevamos dentro, desatarlo y bailar al ritmo de "Way of the World", porque no sabemos si de este mundo nos va a quedar mucho o más bien poco, por eso cerveza o vino en mano y The Fleshtones en el plato ¿Habrá mejor forma de abandonar este enloquecedor mundo?
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